03 Oct 2017 Story Nature Action

Las mujeres como agentes de paz en el conflicto por los recursos naturales de Sudán

Al Rahad, una ciudad polvorienta en el centro de Sudán, es un emblema de los desafíos que enfrenta el país. La sequía y la deforestación han creado tensiones entre las comunidades que dependen de los menguantes recursos naturales de la región, y en ocasiones estas tensiones se convierten en conflictos.

En las franjas sureñas del desierto de Al Baja, Al Rahad solía ser conocida por producir más goma arábiga que cualquier otro lugar en Sudán. Era una fuente duradera de ingresos para los agricultores, pero los árboles de acacia que producen la goma ya no son abundantes debido a los cambios en los patrones de lluvia y a las temperaturas más cálidas.

Una escasez de recursos como esta puede provocar disputas sobre el agua, los árboles y las tierras fértiles. También puede empujar a familias enteras a emigrar o a los hombres a abandonar sus medios de vida tradicionales para buscar fuentes de ingresos en otros lugares.


© ONU Medio Ambiente

 

“Hay pueblos donde casi no hay hombres", dijo Majda Mutwakil, residente de Al Rahad. "Han emigrado a la mina de oro o a las ciudades. En estos pueblos, los adultos que quedan son mujeres y ancianos. Las mujeres ahora están haciendo todo el trabajo que sus esposos solían hacer. "

Pero a pesar de la partida de muchos de sus familiares y vecinos, en muchos casos las mujeres siguen siendo excluidas de las estructuras sociales de toma de decisiones.

"A las mujeres no se les permite sentarse en los mismos espacios que los hombres cuando están ejecutando el Judiya (un mecanismo de resolución de conflictos indígenas) por razones culturales", dijo Ghada Abdelrahman, otra residente. "Incluso en las reuniones permitidas para las mujeres, cuando intentamos hacer un comentario o expresar nuestras opiniones, podemos ser silenciadas por los hombres asistentes. Tenemos ideas importantes sobre cómo ayudar a poner fin a los desacuerdos y traer paz, pero nuestras opiniones no siempre son escuchadas".

ONU Medio Ambiente, en colaboración con ONU Mujeres y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), está trabajando para cambiar estas dinámicas. En un proyecto conjunto, Mujeres, Recursos Naturales y Paz, las partes están trabajando para fortalecer el papel de las mujeres para determinar cómo enfrentan sus desafíos y los de sus comunidades. El proyecto también tiene como objetivo aumentar el papel decisorio de las mujeres en la resolución de conflictos sobre el manejo de los recursos naturales.

 


© ONU Medio Ambiente

El proyecto se basa en el Programa de Seguridad y Estabilización de la Comunidad (C2SP) del PNUD, que ha desarrollado comités en todas las áreas de intervención con miembros de diferentes tribus, líderes tradicionales, jóvenes y otros. El comité es bien conocido en Al Rahad, los líderes locales lo avalan y este toma decisiones sobre asuntos que importan a la comunidad.

Sin embargo, la representación de las mujeres en comités como estos es pequeña y el alcance de su compromiso es limitado. El proyecto conjunto tiene como objetivo no sólo ampliar el número de mujeres participantes en el Comité de Gestión de la Comunidad, sino también incorporar sus perspectivas a los esfuerzos de consolidación de la paz.

El contexto es esencial en este esfuerzo. La capacidad de una mujer para recuperarse del conflicto y contribuir a la paz depende de una multitud de cuestiones: si está desplazada, directamente involucrada en grupos armados o forzada a asumir responsabilidades adicionales para cuidar a los dependientes y mantener su sustento.

El impulso del proyecto sería casi imposible sin Vetcare, un grupo sudanés de la sociedad civil que ha estado activo en la región. Vetcare se ha ganado la confianza de la comunidad a lo largo de los años de cooperación con el PNUD en lo que ha ayudado a las familias a resolver sus necesidades de sustento en la zona.

ONU Medio Ambiente aporta su experiencia en la gestión de los recursos comunitarios, dado el aumento de la degradación ambiental en Sudán. Las herramientas y enfoques desarrollados están ayudando a diversos actores de la comunidad a gestionar mejor sus recursos naturales. El Plan de Acción Ambiental Comunitario, por ejemplo, ayuda a las personas a comprender la dinámica entre los recursos naturales y los medios de subsistencia. A través de esta herramienta, los agricultores y pastores sudaneses, muchos de los cuales son mujeres, aprenden unos de otros y tienen la oportunidad de discutir y negociar asuntos polémicos.

El proyecto, financiado por el Gobierno de Finlandia, forma parte de un programa mundial y es el primero de su tipo. Las lecciones de la intervención en Al Rahad serán cruciales para los esfuerzos de consolidación de la paz, no sólo en otras regiones de Sudán y África, sino también a escala mundial, y para involucrar a las mujeres en la resolución de conflictos y la gestión ambiental a nivel comunitario.

Haga clic aquí para obtener más información sobre el trabajo de ONU Medio Ambiente en situaciones de postconflicto.

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