24 Aug 2017 Story Nature Action

Ayuda inteligente transforma la vida de los agricultores en Ruanda

Las comunidades agrícolas vulnerables reciben asistencia para adaptarse al cambio climático y construir la resiliencia de los ecosistemas.

Desde que perdió a su esposa, Senyenzi Esron, de 61 años, ha estado luchando por educar a sus ocho hijos, con quienes vive en un distrito al oeste de Ruanda.

Un proyecto patrocinado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), el financiador más grande del mundo en temas ambientales en países en desarrollo, le ha permitido diversificarse en la apicultura, lo que ha cambiado su vida.

"La miel que obtuve de la apicultura me ha ayudado mucho a pagar los gastos escolares de mis hijos", dice Senyanzi. "También me dio dinero para comprar un toro, que ya ha madurado y ahora vale 280.000 francos ruandeses (USD $330). Planeo venderlo para poder comprar una vaca lechera".


Senyenzi Esron, beneficiario de proyecto
© Lars Christiansen UNEP/DTU Partnership

Personas como Senyenzi están construyendo ecosistemas y resiliencia de la comunidad a los impactos climáticos en Ruanda gracias a dos proyectos del GEF.

El primero se desarrolló entre 2010 y 2015, y fue ejecutado por ONU Medio Ambiente y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en conjunto con asociados locales. Su aplicación ayudó a los ruandeses a reducir su vulnerabilidad ante las inundaciones y las sequías en las comunidades de la cuenca Nilo-Congo, también conocida como el ecosistema de Gishwati.

El proyecto desarrolló un sistema de alerta temprana sobre los riesgos del cambio climático, aumentó la capacidad de planificación a nivel distrital y local, y creó mapas de riesgo y planes de uso de la tierra.

Otro de sus resultados fue la base nacional de información sobre el cambio climático y la adaptación, y la documentación e intercambio de las lecciones aprendidas.

El proyecto instaló 22 ​​estaciones meteorológicas en 17 de los 30 distritos de Ruanda. Cada una proporciona cada cinco minutos datos en vivo, disponibles a través de Internet y teléfonos móviles.

Para aumentar la planificación de respuesta a riesgos, se identificaron prioridades de adaptación al cambio climático y se implementó el subproyecto de apicultura en Nyabihu.

 


Paisaje de vivero en Gishwati © Lars Christiansen UNEP/DTU Partnership

Además, se ejecutaron actividades de rehabilitación de tierras (producción de plántulas y medidas de conservación de suelos y aguas) en más de 1.400 hectáreas en los cuatro distritos objetivos; se distribuyeron más de 91.000 árboles frutales a los agricultores locales; se proporcionó una farmacia veterinaria en el distrito de Rutsiro y se crearon proyectos de subsistencia en pequeña escala (aves de corral y setas) en partes de Nyabihu.

Para desarrollar más aun la base nacional de información en cambio climático y adaptación, se estableció un portal en línea sobre el clima de Ruanda. Otras actividades incluyeron el desarrollo de un manual de capacitación apícola en el idioma local, el entrenamiento de más de 180 apicultores locales, la construcción de un centro de procesamiento de miel y el establecimiento de un sindicato apícola en el distrito de Nyabihu.

"Se espera que la producción de miel de este año sea de alrededor de 10 toneladas, pero tras la mejora en la fabricación, se estima que aumente a 30 toneladas por año", indica el presidente del sindicato apícola, Theonest Harelimana.

 


Vivero en construcción en la coopertaiva  de Gishwati © Lars Christiansen UNEP/DTU Partnership

 

Una encuesta realizada en octubre de 2014 concluyó que el proyecto había reducido el índice de vulnerabilidad de 28,2 en 2011 (línea de base) a 19,9. La Agencia de Meteorología de Ruanda emite ahora pronósticos de lluvia tres veces al día y envía mensajes de alerta temprana a 1 millón de personas diariamente.

El segundo proyecto, iniciado en octubre de 2016, y que concluirá en diciembre de 2020, es implementado por ONU Medio Ambiente y tiene como objetivo construir la resiliencia de las comunidades que viven en humedales degradados, bosques y sabanas utilizando la Adaptación Basada en Ecosistemas (EbA).

El proyecto procura fortalecer la capacidad técnica de las autoridades ruandesas de planificación y ejecución, mejorar el marco político y estratégico  para promover la restauración y la ordenación de los ecosistemas en Ruanda, recuperar ecosistemas para aumentar su resiliencia a los efectos del cambio climático y fomentar medios de vida sostenibles y resistentes al clima.

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