01 Oct 2020 Reportaje Nature Action

Nuevo viaje virtual destaca los beneficios de un ecosistema clave: las turberas

Según la última evaluación de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), 75% de la superficie terrestre, 66% de los océanos y 85% de los humedales de nuestro planeta se han visto afectados negativamente por la actividad humana. Varios informes de la ONU también han hecho sonar las alarmas sobre la crisis climática y los puntos de inflexión a partir de los cuales es posible que nuestro planeta no vuelva a ser capaz de ofrecer bienes y servicios vitales.

Para destacar cómo la naturaleza sustenta a la humanidad, la campaña Feroz por la Vida del PNUMA llevará a los usuarios a un viaje interactivo para aprender sobre cuatro ecosistemas distintos, océanos, turberas, sabanas y bosques, y comprender por qué son cruciales para el bienestar humano, qué los amenaza y qué podemos hacer para ayudar.

En este viaje, presentamos un ecosistema único que se encuentra en distintos lugares del mundo, pero que quizás es una de las maravillas naturales menos explorada de la Tierra: las turberas. Este ecosistema ha estado trabajando desde el principio de los tiempos para filtrar agua dulce, nutrir plantas medicinales, proteger la tierra de las inundaciones, y capturar y almacenar enormes cantidades de carbono. De hecho, las turberas almacenan el doble de carbono que todos los bosques del mundo juntos, aunque cubren sólo 3% de la superficie del planeta.

Los escenarios del viaje interactivo son turberas de importancia mundial, como la turbera de Península Mitre en el Cono Sur de América. El archipiélago de Tierra del Fuego representa la parte más meridional de la turbera de la región de Magallanes (páramo). La isla principal, Isla Grande de Tierra del Fuego, se divide entre Chile, en el oeste, y Argentina, en el este. Las condiciones oceánicas y la dirección del viento desde el suroeste prevalecen en el sur de Tierra del Fuego, donde una cadena montañosa alineada de oeste a este domina el paisaje.

El PNUMA ha entrevistado a su embajadora de áreas protegidas, Kristine Tompkins, y embajador de los océanos, Lewis Pugh sobre la importancia de las turberas. Ambos han estado en estas partes remotas del mundo y están en la primera línea de la defensa de las áreas protegidas a través de las Fundaciones Tompkins y Lewis Pugh.

PNUMA: Kristine, usted ha ayudado a proteger y restaurar millones de acres en Chile y Argentina. ¿Cómo se inspiró originalmente para hacer esto?

De hecho, en 1992 mi esposo Douglas Tompkins fue quien se dio cuenta plenamente de que podíamos participar en el movimiento conservacionista global creando proyectos de conservación público-privados con el resultado final de establecer nuevos parques nacionales en Chile y Argentina. Entonces, se puede decir que me inspiró la capacidad de mi esposo para imaginar la creación de áreas protegidas permanentemente a gran escala. Desde que comenzamos, Tompkins Conservation no ha dejado de crear nuevos parques y restaurar estas áreas en ambos países.

PNUMA:  Lewis, ha abogado por las áreas marinas protegidas al nadar en las regiones polares. ¿Por qué arriesga su vida en este esfuerzo?

He pasado más de 30 años nadando en los océanos y los he visto cambiar drásticamente. Los mayores cambios se han producido en las regiones polares, donde he sido testigo del calentamiento de los mares, la retirada de los glaciares, el deshielo del permafrost y la desaparición del hielo marino. Estos cambios afectarán a todas las personas y todo el reino animal. El cambio climático se acelerará rápidamente si no protegemos ecosistemas cruciales como las turberas, que capturan tanto carbono. No puedo quedarme quieto y ver el desenlace.

PNUMA: ¿Cómo llegaron a conocer y amar esta zona remota?

Kristine: Cuando Douglas se entrenaba como esquiador a principios de la década de 1960 en Chile y Argentina, llegó a conocer bastante bien el Cono Sur. Lo seguí a principios de la década de 1990 y ambos nos enamoramos de la región, pero lo más importante es que vimos la diversidad de paisajes, desde los bosques lluviosos templados de lo que ahora es el Parque Nacional Pumalín Douglas Tompkins, hasta los extensos pastizales de la Patagonia.

Más recientemente, ante el severo cambio climático, nos estamos enfocando en la importancia de las turberas, especialmente en la Tierra del Fuego de Chile y Argentina. Como ejemplo de esto, Península de Mitre, con casi 84% de las turberas de Argentina, es especialmente clave como el punto de captura de carbono más importante del país.

Lewis: La mayoría de mis expediciones antárticas partieron de la Patagonia. Así que ahí es donde hago mi último entrenamiento en agua fría. El Canal Beagle es el lugar perfecto de entrenamiento para nadar en la Antártica. El agua está helada, pero no tanto como para que sea imposible entrenar. Aquí se ubica el campo de hielo de Darwin, cuyas puntas glaciares alcanzan el nivel del mar en los fiordos tanto del Canal Beagle como del Estrecho de Magallanes.

Cada vez que paso por la Patagonia me digo a mí mismo que necesito pasar más tiempo aquí, ¡es tan hermoso! Apoyo firmemente la vinculación de áreas protegidas terrestres y marinas, como la que se propone en las turberas de Península Mitre.

PNUMA: De todo lo que han hecho, ¿cuál consideran que es su momento más destacado?

Kristine: ¡eso es bastante difícil de responder! Ciertamente, las donaciones de territorio para los parques nacionales hace 18 meses en Chile, que pueden ser consideradas las donaciones de conservación más grande de la historia, tienen que ser una de ellas, pero somos afortunados de haber cumplido la mayoría de nuestros objetivos durante los últimos 28 años. Siempre estoy orgullosa de nuestros equipos y de las relaciones que hemos forjado con los gobiernos en todos los casos.

Lewis: Tendría que ser ayudar a establecer el Área Marina Protegida del Mar de Ross en la Antártica. El nado que hice allí en 2015, para resaltar la importancia de proteger esta zona, fue el más difícil de mi vida, ¡sin mencionar el más frío! Luego tuve que viajar entre varias capitales durante dos años para obtener la aprobación del acuerdo final. Fue agotador. Pero el Mar de Ross es uno de los ecosistemas más importantes del planeta. Con 1,5 millones de km2, ésta es ahora el área protegida más grande del mundo. Para ponerlo en perspectiva, es del tamaño del Reino Unido, Francia, Alemania e Italia juntos.

PNUMA: ¿Cómo puede la gente común encontrar su propio propósito para realizar cambios transformadores?

Kristine: El primer paso, y quizás el más difícil, es simplemente decidir unirnos al movimiento para cambiar nuestra relación con la naturaleza y formar comunidades más saludables y dignas. Sin este compromiso, volveremos a caer en la inacción muy rápidamente.

Como con todas las cosas en la vida, uno tiene que comprometerse con algo y nunca dejarlo ir. En este caso, levántese de la cama todos los días y haga algo por las cosas que ama, las cosas que considera verdaderas. Hay millones de personas que trabajamos en la conservación, y todos y cada uno de nosotros somos personas normales, pero estamos comprometidas a hacer nuestra parte. ¡Hemos superado el punto en el que no hacer nada era aceptable!

Lewis: Considero que todo comienza con el conocimiento ambiental, para que comprendamos el impacto de nuestras acciones en el mundo que nos rodea. Por ejemplo, cada compra que realiza es una decisión sobre el futuro que desea dejar a sus hijos. La comida que comemos, la ropa que vestimos, la forma en que viajamos, la forma en que construimos y calentamos nuestras casas, todo tiene un impacto.

Creo que también es importante pasar tiempo en la naturaleza. Solo protegemos las cosas que amamos, y no se puede evitar amar el mundo natural cuando tienes la oportunidad de presenciar lo verdaderamente milagroso que es.

PNUMA: ¿Qué planes tienen en su horizonte?

Kristine: Tenemos muchos proyectos nuevos en marcha para proteger la tierra y el mar en Chile y Argentina y, por supuesto, tenemos ciertos compromisos con algunos proyectos pasados que también nos mantienen ocupados. A menudo nos preguntan: "¿Qué harás ahora?", y puedo decirles que la urgencia de la crisis climática y la crisis de extinción solo aumentan todos los días. Estamos impulsados a trabajar aún más rápido, a mayor escala y con mayor determinación que nunca.

Lewis: En este momento, mi equipo y yo estamos enfocados en ayudar a construir una red de áreas marinas protegidas alrededor de la Antártica para proteger la región del tipo de sobrepesca industrial que ha diezmado otros océanos y ayudar a mitigar los impactos del cambio climático.

Estas áreas protegidas estarán en la Antártica Oriental, el mar de Weddell y la península Antártica. Junto con el área marina protegida del mar de Ross, resguardarán más de 4 millones de kilómetros cuadrados de océano vulnerable. Esto implicará mucho trabajo y diplomacia, ya que las 25 naciones que gobiernan la Antártica deben estar de acuerdo de forma unánime. Pero estoy absolutamente decidido a ayudar a proteger adecuadamente esta increíble parte del mundo.