Cooperación ambiental para la consolidación de la paz

El Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) tiene como objetivo utilizar la cooperación ambiental para transformar los riesgos de conflictos por los recursos en oportunidades para la estabilidad y consolidación de la paz. Los recursos naturales a menudo desempeñan un papel en fomento de los conflictos, lo que socava los esfuerzos de consolidación de la paz y contribuye  a una recaída en el conflicto si no se gestiona adecuadamente.

Los recursos naturales y el medio ambiente pueden estar implicados en todas las fases del ciclo del conflicto: desde contribuir al brote a la perpetuación del conflicto, arruinando las perspectivas de paz. La forma en que se gestionan los recursos naturales y el medio ambiente tiene una influencia determinante en la paz y la seguridad.

Invertir en la gestión ambiental y la gobernanza de los recursos naturales es una inversión en la prevención de conflictos. Cooperar en la gestión de recursos naturales y el medio ambiente proporciona nuevas oportunidades para la consolidación de la paz.

Este trabajo recibe apoyo principalmente del gobierno de Finlandia y el  Instrumento de la Comisión Europea para la  Estabilidad.

República Dominicana y Haití

El PNUMA y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) acompañaron a los gobiernos de Haití y la República Dominicana, a través de sus Ministerios de Medio Ambiente, en la realización de una evaluación detallada de la zona fronteriza.

Las desigualdades económicas y de recursos entre los dos países son la causa de muchos de los problemas transfronterizos identificados en la zona fronteriza. También varios de los problemas identificados, relacionados con el medio ambiente y el uso de los recursos naturales, presentan  a corto plazo alta inestabilidad y riesgo de conflicto en las relaciones entre los dos países.

Catorce recomendaciones fueron desarrolladas conjuntamente y aceptadas por los dos gobiernos. Se espera que las recomendaciones reduzcan la pobreza crónica y el hambre en la zona de frontera, al mismo tiempo que fomenten más las prácticas de medios de vida sostenibles y mejoren la resistencia de la población a los choques y tensiones. Se dispuso también mantener las relaciones pacíficas entre los dos países a través del aumento nacional y local del nivel de cooperación bilateral, cosa que reducirá las tensiones y los riesgos de conflicto en la zona de frontera.

El trabajo en la República Dominicana y Haití fue apoyado financieramente por los gobiernos de Noruega y Finlandia.

Ecuador y Perú: el corredor de conservación transfronterizo del cóndor

La Cordillera del Cóndor es una cadena montañosa que se extiende más de 160 kilómetros sobre el río Alto Marañón, donde comienza el río Amazonas. La lejanía y la inaccesibilidad han permitido a la región mantener su biodiversidad amazónica intacta, con bosques de niebla densa y una biodiversidad excepcionalmente rica.

Un conflicto fronterizo que duró 150 años había dejado a los dos países con posiciones profundamente arraigadas sobre la propiedad del Corredor del Cóndor. A petición de ambos países, se inició un proceso de mediación que finalmente llevó a la firma del "Acta Presidencial de Brasilia" en 1998.

Ambos países acordaron establecer parques ecológicos protegidos y desmilitarizados en los lados adyacentes de la frontera. Aunque estos parques permanecían bajo autoridad soberana de los Estados respectivos, el acuerdo también estableció compromisos para coordinar iniciativas de gestión ambiental y conservación.

Se estableció un sistema de información para toda la cordillera, con incorporación de los conocimientos biológicos adquiridos por ambos países, y un sistema de información geográfica común para uso conjunto. Los dos gobiernos acordaron coordinar la aplicación de las acciones de conservación concertadas y desarrollar políticas binacionales en la Cordillera del Cóndor.

Protección legal

El PNUMA, en cooperación con el Instituto de Derecho Ambiental y el Comité Internacional de la Cruz Roja, publicó un informe de políticas en 2009 titulado "Protección del medio ambiente durante los conflictos armados: un inventario y análisis del derecho internacional".

El informe se basó en un análisis de los marcos jurídicos internacionales existentes y en los resultados de una reunión de expertos de veinte especialistas en derecho internacional en marzo de 2009.

El informe está dirigido tanto a la comunidad jurídica como a la política y a los tomadores de decisiones. Identifica las lagunas actuales y las debilidades en el marco jurídico internacional para proteger el medio ambiente durante los conflictos armados y concluye doce recomendaciones concretas sobre formas de fortalecer la ley y su aplicación.