19 Sep 2016 Reportaje Green economy

La movilidad eléctrica podría ahorrar 85 mil millones de dólares en combustibles a América Latina

El despliegue de la movilidad eléctrica en América Latina podría significar un ahorro en combustibles de aproximadamente 85 mil millones de dólares para 2050, según los datos preliminares de un análisis realizado por ONU Medio Ambiente y desarrollado en el marco del programa EUROCLIMA.

Los datos fueron divulgados en un evento paralelo en el marco del Foro Latinoamericano y del Caribe del Carbono, que tiene lugar del 28 al 30 de septiembre de 2016 en Ciudad de Panamá, Panamá.

Según los resultados preliminares del informe, la flota de automóviles en la región llegará a 200 millones de unidades en 2050. Esto implicará un aumento de la demanda de combustibles y de las emisiones de gases de efecto invernadero, GEI, y otros contaminantes nocivos para la salud.

En este contexto, los medios de transporte eléctricos pueden ser una alternativa sostenible. El despliegue de vehículos livianos eléctricos en la región podría significar una disminución de las emisiones de CO2 de 1.4 gigatoneladas para 2050. Para ese año, los automóviles eléctricos podrían representar aproximadamente un 20% de la flota regional, con un total de 45 millones de unidades, en base a estimaciones conservadoras.

En el informe se realiza este cálculo tomando el escenario propuesto por la Agencia Internacional de Energía, IEA por sus siglas en inglés, para mantener el aumento global de temperatura en 2 °C. Según esta previsión, para 2050 estarán en funcionamiento 150 millones de automóviles eléctricos en todo el mundo.

La apertura del encuentro paralelo fue encabezada por Víctor Urrutia Guardia, Secretario Nacional de Energía de Panamá, y Gustavo Máñez, Coordinador Regional de Cambio Climático de ONU Medio Ambiente. Reunió a expertos, funcionarios de gobiernos y entidades tanto relacionados con el sector del transporte como especializados en cambio climático en América Latina y el Caribe.

Durante el evento se discutieron acciones potenciales que se podrían realizar en la región para implementar una hoja de ruta que permita el despliegue de la movilidad eléctrica.

Se analizaron las condiciones normativas y de política fiscal en los mercados de vehículos nuevos necesarias para desarrollar esta hoja de ruta, como por ejemplo, que los automóviles convencionales internalicen sus costos ambientales y energéticos, que los mercados de combustibles reflejen los precios reales de los mismos y que se pongan en marcha los mecanismos necesarios para establecer redes de recarga para la operación de los vehículos eléctricos.

El Director del Centro Mario Molina de Chile, Gianni Lopez, explicó los impactos del despliegue de la movilidad eléctrica en la región y representantes de Argentina, Chile, Uruguay y Costa Rica expusieron las acciones prioritarias para acelerar la movilidad eléctrica en la región.

EUROCLIMA es un programa de cooperación regional entre la Unión Europea y América Latina enfocado a enfrentar el cambio climático. Sus objetivos son fortalecer la capacidad de la región y promover políticas públicas para hacer frente a este fenómeno, contribuir a la reducción de la pobreza mediante la disminución de la vulnerabilidad ambiental y social de las poblaciones latinoamericanas y promover oportunidades para el crecimiento verde.

El Foro Latinoamericano y del Caribe de Carbono, que reúne a gobiernos, sector privado y otros grupos de la sociedad civil, busca avanzar en los compromisos del Acuerdo de París y discutir la forma de acelerar las acciones para implementar las Contribuciones Previstas Determinadas a Nivel Nacional, INDC por sus siglas en inglés, de los países de la región. También se pretende vincular a este proceso a agencias de cooperación, potenciales inversores y prestadores de servicios.

El Acuerdo de París se aprobó en diciembre de 2015 y en abril de 2016 se abrió a la firma de los países y a su ratificación. Hasta la fecha, 184 países lo han firmado y 61 han depositado ya sus instrumentos de ratificación. Con este acuerdo se persigue reducir las emisiones de GEI y que los países pongan en marcha acciones para la mitigación y adaptación al cambio climático. En él, todos los Estados convienen en trabajar para mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de 2 °C y esforzarse para que no supere 1.5 °C.

Por primera vez este año, el foro se celebra en la misma semana que el taller anual de la Plataforma Regional para América Latina y el Caribe de Estrategias de Desarrollo Resiliente y Bajo en Emisiones, LEDS-LAC, convirtiéndose así en uno de los mayores eventos sobre cambio climático de la región.